Pasó a mejor vida Ray Bradbury, escritor de fantasía (así se definía él) pero que legó al mundo dos de las novelas de ciencia ficción más famosas y que, en cierta manera, marcarían el inicio de un género que nació como tal en el siglo XX.

Los estudiosos podrán decir que son tres las novelas que iniciaron el movimiento de ciencia ficción (al muchos quieren llamar “ficción científica” que es más acertado, pero menos popular): “1984” de George Orwell, “Un mundo feliz” de Aldous Huxley y “Farenheit 451” de Ray Bradbury.

Los tres libros tienen en común que fueron escritos en una época en que los sistemas totalitarios parecían el futuro inevitable de la humanidad; los tres hablan de sociedades distópicas en las que las personalidades son menospreciadas en aras del bien común y en que la obediencia al sistema establecido es la única forma de sobrevivir.

Sin embargo la obra de Bradbury resalta por una cosa: su pesadilla futurista nos describe un mundo regido prácticamente por los medios de comunicación. La televisión por medio de enormes pantallas, programas de concurso y contenido altamente personalizado (¿les suena?) sólo sirve para distraer a la gente de la realidad.

Los libros están prohibidos y los bomberos sirven no para apagar incendios si no para quemar bibliotecas (el título es la temperatura a la que arde el papel); la historia va sobre uno de estos tragafuegos quien en un incendio decide quedarse con un libro; lo que descubre con éste lo lleva a dudar, primero, y luego a renegar de la sociedad que a final de cuentas termina castigándolo.

Adaptación un tanto pirata (nunca le pidieron permiso al autor) de François Truffaut

Creo que de las pesadillas futuristas propuestas por esta “trinidad” este es el que más se acerca a lo que ocurre en la actualidad.

Ray Bradbury también escribió un libro sumamente interesante, llamado “Las Crónicas Marcianas” una serie de historias cortas que hablan sobre la supuesta colonización de Marte por parte de los terrícolas y de como estos trasladan hasta el planeta rojo todos sus pecados: desde la destrucción de la civilización original hasta las broncas de política que, desde la tierra, tienen la capacidad de alterar a los colonos.

Crónicas Marcianas

Creo que ambos libros son sumamente interesantes y vigentes por lo que, si no lo han hecho, vale la pena descubrirlos por que nos ayudan a entender un poco la perspectiva que se tenía de nuestro futuro a mediados del siglo pasado (y lo poco que ha cambiado).

Ray Bradbury escribió mucho también para el cine y la televisión (varios capítulos de “The Twilight Zone” son de él).

Desde niño fue llevado por el lado oscuro, leía libros de Edgar Alan Poe y pensaba que su cumpleaños debería de ser el día de Halloween. Era un poco ludita ya que evitaba a toda costa subirse a un auto y menos a un avión.

Un hombre que nunca se pensó famoso y que estaba dispuesto a platicar con cualquier fan de sus libros que se le cruzara en la calle y regalarle un autógrafo, siempre lo calificaron de un hombre agradable, tranquilo y con amplias dotes humanas.

A sus 92 años se va Ray Bradbury, deja de ser un simple vecino de Los Ángeles, California para subir a esa trinidad de lo que serían las obras seminales de la ciencia ficción.

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